María Gámez, candidata socialista a la alcaldía de Málaga




Los órganos de dirección de las agrupaciones socialistas han realizado su propuesta por unanimidad y el nombre de la candidata por consenso del PSOE a las elecciones municipales de 2011 en la ciudad de Málaga es María Gámez. Todos lo sabían pero se necesitaba de cumplir con los trámites establecidos en nuestros mecanismos internos para hacer formalmente la propuesta.

Sólo hay que conocer su trayectoria personal y profesional, hablar un rato con ella, ver su entrega y su compromiso con nuestra ciudad para saber que es la candidata, a espera de que sea proclamada por el órgano federal socialista.

A los afiliados socialistas nos sobran los motivos para asegurar que con María Gámez se puede abrir una nueva etapa en la historia de nuestra ciudad, de frescura y naturalidad, de sana ambición del que quiere lo mejor para sus hijos, para Málaga.

María es una garantía en sí misma de que en la capital malagueña vamos a dejar de mirar pasar los trenes para subirnos a pilotar la locomotora, algo a lo que el PP renunció desde su primer día de mandato en este Ayuntamiento

Escribía García Márquez en una de las obras de la literatura universal


—Tiene cara de llamarse Esteban.     
 Era verdad. A la mayoría le bastó con mirarlo otra vez para comprender que no podía tener otro nombre


Tocado y nervioso se encuentra el PP en la ciudad de Málaga, hundido en la política clientelar que los ata y que los ahogará. Un caldo espeso que los ha mantenido a flote en la abundancia presupuestaria pero en el que, con una deuda de 725 millones de euros, cada vez salen más damnificados, cada vez se escapan más hilos sueltos que van conformando una soga. 

Más de un billón y medio de pesetas que se han esfumado desde que Francisco de la Torre es alcalde sin que en Málaga hayan quedado restos visibles, no ya monumentos gloriosos dignos de las siete maravillas del mundo antiguo.

Sólo en el año 2009 más de 7´2 millones de euros en personal del PP en el Ayuntamiento de Málaga. Sueldos esperpénticos de más de 300.000 euros para algunos cargos del PP que investigan en el Tribunal de Cuentas de Andalucía por la posible comisión de delitos sobre malversación de fondos (alcance de caudales) y una responsabilidad contable por lo que podrían indemnizar a la administración pública.

Aquejado del mal de Penélope el alcalde ha ido deshaciendo de noche lo que otros intentaban crear con la luz del día. Ha ido paralizando proyectos públicos y privados por el temor de la novedad por la incapacidad del indeciso. Inventando titulares como el parque temático o la ciudad del cine, o el puente sobre la bahía, o la empresa de la VPO, o la expo internacional tecnológica. Todo tan vacío como las inversiones del Málaga Valley o el asesor internacional.

Diez largos años en los que la peatonalización de calle Larios, la remodelación del parque y alguna que otra obra con más modificados presupuestarios que aciertos como son la nueva gerencia de urbanismo, el museo de tabacalera o el palacio de Villalón son el triste escenario con el compiten en las elecciones municipales de 2011.

Lejos de acercarnos a Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla cada vez nos alejamos más de otras ciudades como Alicante, Bilbao o Zaragoza, gobernadas por partidos políticos diferentes. Ciudades que han dado caza a Málaga y que cada año ahondan más en los diferenciales que nos superan.

De nada sirve la llegada del AVE, ni la nueva terminal T 3 del aeropuerto de Málaga, ni la estación marítima del Puerto, ni el museo Picasso, ni el metro en construcción, ni la ampliación del campus universitario, ni del PTA o la hiperronda, obras millonarias que administraciones socialistas de la Junta de Andalucía o el Gobierno de España dejan en Málaga.

De nada sirve que Magdalena Álvarez situara a Málaga con 6 mil millones de inversión en infraestructuras en la tercera provincia que ha recibido mayor inversión del Gobierno de España desde que zapatero es presidente del Gobierno.

Nada se aprovecha para el crecimiento económico de la ciudad, ni para el despegue real de nuestra ciudad ya que el PP ha obstaculizado por acción o por omisión todo lo que olía a PSOE en Málaga sin importar el interés general, sólo mirando por el sectarismo político, el enfrentamiento vacío y el victimismo inútil.

Un PP que no ha querido o no ha sabido generar las sinergias oportunas para rentabilizar hasta el máximo las inversiones públicas que a la ciudad han llegado. Un PP que ha preferido dejar escapar oportunidades de futuro en la ciudad ante su falta de proyecto y ante la falta de liderazgo de un alcalde tan amable como mal gestor y tan amigo de sus amigos como ineficaz.

En Málaga, el PSOE y la ciudadanía deben encontrar en el trabajo y el esfuerzo común, en la esperanza, la ilusión y la tenacidad de María un proyecto de otra Málaga que es tan posible como real.

María es referente y símbolo de transformar la desidia, la confrontación por ausencia de proyecto que los populares han paralizado Málaga. El victimismo interesado es de cobardes y Málaga es la primera en el peligro de la libertad.

Y que como en el cuento antes citado de García Márquez no tropecemos nuevamente en la misma piedra, en ese muro que nos impide avanzar por llevar el freno de un gobierno del PP que antepone los privilegios de unos pocos al interés general de los malagueños.

Mientras se disputaban el privilegio de llevarlo en hombros por la pendiente escarpada de los acantilados, hombres y mujeres tuvieron conciencia por primera vez de la desolación de sus calles, la aridez de sus patios, la estrechez de sus sueños, frente al esplendor y la hermosura de su ahogado.

Comentarios

Paco Gomez ha dicho que…
Hola Sergio, estoy completamente de acuerdo contigo, el PP prefiere perder obras antes que aceptar cualquier acción que provenga del PSOE, y aun así, según los sondeos, la intención de votos le es favorable, no lo entiendo, hay que hacer una campaña muy importante de información para que el PP no engañe a los ciudadanos, el PP esta haciendo la política de callar sus verdaderas propuestas, ya que si las hace publicas les perjudican mas que si las calla, la reforma laboral es un ejemplo claro, solo saben decir que hay que hacer reforma laboral, pero no proponen nada, y cuando dicen algo es lo mas perjudicial para los trabajadores, si llegasen a ganar las elecciones generales, esperemos que no, sabríamos quien es el PP.