En el PP, todos los barones temen a Esperanza Aguirre. El miedo Aguirre campea como una plaga sobre los dirigentes del PP, incapaces de poner freno a las aspiraciones de la presidenta del PP madrileño de acabar políticamente con Mariano Rajoy. Los casos de corrupción azotan al PP desde Valencia, Baleares, Castilla y León, Galicia o Madrid como se pone de manifiesto en los casos Gürtel y Palma Arena los mantiene paralizado.
Sólo Gallardón se atreve a contrariar a la presidenta del PP madrileño y eso le valió el cariñoso apodo del "hijoputa", que Güemes haya sido el último consejero cesado en el gobierno de la Comunidad madrileña o que Manuel Cobo vaya a dejar de ser portavoz del grupo popular del Ayuntamiento de Madrid. Una guerra sin cuartel, que se libra en despachos oficiales de Madrid.
Hasta el PP andaluz y el malagueño se pliegan a la "irresponsabilidad" de quien carga en los micrófonos con discursos plagados de ofensas e indignos contra Andalucía. El PP se negó en el Pleno del Ayuntamiento de Málaga a condenar las palabras humillantes de Esperanza Aguirre contra Andalucía. El Alcade de Málaga es prisionero de Elías Bendodo quien le debe a Arenas el dedazo que lo encumbró.
Está claro que del discurso del populismo descerebrado e irresponsable de Aguirre puedes esperarte cualquier cosa, pero para desgracia de la derecha malagueña y andaluza, de los dirigentes malagueños del PP también. Han perdido la poca credibilidad que le quedaba aquellos que no defienden a su tierra del pisoteo continuado de dirigentes del PP nacional contra Andalucía. Es lamentable que los dirigentes andaluces del PP sólo piensan en los intereses de su partido por encima del lugar que los vió nacer y que aspiran a gobernar.
Andalucía no cuenta con ningún respeto en la calle Génova. Continuamente hemos sido atacados por dirigentes del PP con declaraciones públicas ofensivas, humillantes que atacan la dignidad de nuestros ciudadanos, de nuestra tierra. Han llegado a decir que Blas Infante era un cretino integral, el más tonto de Europa, que los niños andaluces son prácticamente analfabetos o que nuestro acento les suena a chiste, que la deuda histórica era un invento de los andaluces (Rajoy) o Arenas que dijo que la deuda histórica con Andalucía era un folletín electoralista. De vergüenza política con Andalucía algunos andan justitos.
La dignidad de Andalucía no la hacen los políticos del PP. Han sido los ciudadanos con su esfuerzo diario, con su compromiso, con su trabajo, con su orgullo la han hecho una Andalucía libre, por sí, España y la Humanidad como se recoge en el escudo de Andalucía.
Una tierra próspera, llena de oportunidades, que avanza en sectores productivos relacionados con la innovación, la investigación y el desarrollo tecnológico. Pionera en investigaciones médicas, la segunda comunidad, tras Asturia, en calidad en atención sanitaria. La primera en producción de energías limpias, la única que cuenta con dos trazados de AVE, que tiene todas sus capitales unidas por vías de alta capacidad, la que ha salido en un tiempo record del subdesarrollo al que el franquismo la había condenado y un largo etcetera del que como ciudadano y como socialista me siento muy orgulloso.
Señora Aguirre, los andaluces nos sentimos orgullosos de nuestra Andalucía, de nuestra cultura, de nuestras tradiciones, de nuestra manera de vivir, de nuestra manera de entender el mundo, de la solidaridad y el carácter abierto de los andaluces que nos coloca como destino de millones de ciudadanos que anualmente conviven como andaluces en nuestras calles, en nuestros pueblos y ciudades.
Sólo Gallardón se atreve a contrariar a la presidenta del PP madrileño y eso le valió el cariñoso apodo del "hijoputa", que Güemes haya sido el último consejero cesado en el gobierno de la Comunidad madrileña o que Manuel Cobo vaya a dejar de ser portavoz del grupo popular del Ayuntamiento de Madrid. Una guerra sin cuartel, que se libra en despachos oficiales de Madrid.
Hasta el PP andaluz y el malagueño se pliegan a la "irresponsabilidad" de quien carga en los micrófonos con discursos plagados de ofensas e indignos contra Andalucía. El PP se negó en el Pleno del Ayuntamiento de Málaga a condenar las palabras humillantes de Esperanza Aguirre contra Andalucía. El Alcade de Málaga es prisionero de Elías Bendodo quien le debe a Arenas el dedazo que lo encumbró.
Está claro que del discurso del populismo descerebrado e irresponsable de Aguirre puedes esperarte cualquier cosa, pero para desgracia de la derecha malagueña y andaluza, de los dirigentes malagueños del PP también. Han perdido la poca credibilidad que le quedaba aquellos que no defienden a su tierra del pisoteo continuado de dirigentes del PP nacional contra Andalucía. Es lamentable que los dirigentes andaluces del PP sólo piensan en los intereses de su partido por encima del lugar que los vió nacer y que aspiran a gobernar.
Andalucía no cuenta con ningún respeto en la calle Génova. Continuamente hemos sido atacados por dirigentes del PP con declaraciones públicas ofensivas, humillantes que atacan la dignidad de nuestros ciudadanos, de nuestra tierra. Han llegado a decir que Blas Infante era un cretino integral, el más tonto de Europa, que los niños andaluces son prácticamente analfabetos o que nuestro acento les suena a chiste, que la deuda histórica era un invento de los andaluces (Rajoy) o Arenas que dijo que la deuda histórica con Andalucía era un folletín electoralista. De vergüenza política con Andalucía algunos andan justitos.
La dignidad de Andalucía no la hacen los políticos del PP. Han sido los ciudadanos con su esfuerzo diario, con su compromiso, con su trabajo, con su orgullo la han hecho una Andalucía libre, por sí, España y la Humanidad como se recoge en el escudo de Andalucía.
Una tierra próspera, llena de oportunidades, que avanza en sectores productivos relacionados con la innovación, la investigación y el desarrollo tecnológico. Pionera en investigaciones médicas, la segunda comunidad, tras Asturia, en calidad en atención sanitaria. La primera en producción de energías limpias, la única que cuenta con dos trazados de AVE, que tiene todas sus capitales unidas por vías de alta capacidad, la que ha salido en un tiempo record del subdesarrollo al que el franquismo la había condenado y un largo etcetera del que como ciudadano y como socialista me siento muy orgulloso.
Señora Aguirre, los andaluces nos sentimos orgullosos de nuestra Andalucía, de nuestra cultura, de nuestras tradiciones, de nuestra manera de vivir, de nuestra manera de entender el mundo, de la solidaridad y el carácter abierto de los andaluces que nos coloca como destino de millones de ciudadanos que anualmente conviven como andaluces en nuestras calles, en nuestros pueblos y ciudades.
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