Sobrevivir al Partido Popular. El caso de Villa Maya

 


Sobrevivir al Partido Popular. El caso de Villa Maya
https://revistaelobservador.com/opinion/46-camino-a-laponia/14598-sobrevivir-al-partido-popular-el-caso-de-villa-maya

LA destrucción de patrimonio en la ciudad de Málaga ha sido una constante en los años de gobierno del Partido Popular. Desde que Francisco de la Torre llegó a la alcaldía de Málaga, casi 300 edificios del centro histórico con protección arquitectónica han sido incluidos en el Registro de Edificaciones Ruinosas, y en muchos casos, han sido totalmente demolidos perdiendo parte de nuestra riqueza patrimonial y de las características de la Málaga de los siglos XVIII y XIX. El último ejemplo de esta pérdida es la demolición que en estos días se está llevando a cabo de la pensión la Mundial, el palacete de los condes de Benahavís, que se ha convertido en todo un símbolo de ese aniquilamiento de antiguos edificios, desaparición del entramado de calles y plazas históricas que forman parte de nuestra memoria colectiva, de nuestra seña de identidad como ciudad.

AHORA le ha tocado el turno a Villa Maya, la casa de Porfirio Smerdou, quien salvó a cientos de personas de ser ajusticiados durante la Guerra Civil y la posguerra. Todo un símbolo de la concordia ya que entre las casi 600 personas refugiadas en esa casa del Limonar hubo personas de ambos bandos que pudieron salvar sus vidas gracias a la implicación del cónsul mexicano. Nada resiste a la piqueta en esta ciudad. Ahora aquella casa de la calle República Argentina Nº. 19 ha sido también reducida a escombros.

HE visto al alcalde de la ciudad tratando de justificar lo injustificable. Con todo tipo de argumentos: que no contaba con protección arquitectónica en el Catálogo de Edificaciones Protegidas de Málaga, dejando entrever una supuesta responsabilidad en los redactores del PGOU de 1983, olvidando que de su mano se han aprobado otros 2 planes generales el de 1997 y 2011 sin haberlo protegido, sin atender a las llamadas de alerta que desde grupos municipales de la oposición hicimos en el Consejo de la Gerencia de Urbanismo en el mes de enero sobre la licencia de demolición de Villa Maya sin escuchar mi advertencia de la posibilidad de ser declarado Lugar de Memoria Histórica por la Junta de Andalucía.

Y en ese tapar la vergüenza propia y ajena por la inacción le surgen remedios tan sorprendentes como el dejar los restos de la cimentación de la casa, reconstruir una villa similar, colocar una placa en el que salga una imagen de la vivienda con un texto recordando u otorgar la medalla de la ciudad a Porfirio Smerdou, a título póstumo. Pudiera darse el caso, que quien impusiera esa distinción a sus familiares sea el mismo alcalde que firmó  el derribo de Villa Maya.

SE ha escrito otra página negra para nuestra ciudad. Una muestra más de esa insensibilidad con nuestro pasado y con nuestras raíces. Hasta aquellos episodios de los que nos podemos sentir orgullosos, o reconfortados en nuestra historia dura y trágica de la Guerra en Málaga, acaban cayendo en el más absoluto olvido, por dejadez o por irresponsabilidad manifiesta de las instituciones públicas Es tanto el daño que se le ha hecho a Málaga en tan pocos años que parece que ya nada nos importa. No hace tanto era una máquina la que echaba abajo el antiguo convento de San Andrés del siglo XVII, dejando solo en pie parte del refectorio. Tampoco queda nada de la torre musulmana de Campanillas, que se ha caído perteneciendo a nuestro Ayuntamiento, pese a haber aprobado una y mil veces la necesidad de conservarla sin que hayan hecho absolutamente nada. Cortijos y haciendas de la Málaga agraria del siglo XIX y su producción destinada a la exportación de pasas y vinos que acabaron echados abajo por orden del propio ayuntamiento de Málaga como Soliva, Cabello o las Virreinas pese a ser su propietario.

DE poco sirve la militancia activa por el patrimonio de tantas personas, con profesiones que abarcan desde jóvenes estudiantes, arquitectos, profesores, y sin olvidar a algunos magníficos periodistas comprometidos con nuestra historia que desde su sección en el periódico, en su programa de radio o de nuestras televisiones locales llevan levantando la voz desde hace años contra lo que sigue ocurriendo. De nada sirve tampoco tanta iniciativa socialista presentada con firme convicción e ilusión  para salvar algo de nuestro patrimonio. Y es que de nada sirve cuando quienes has tenido en frente durante años, en el mejor de los casos se ha negado a oír y en el peor era consciente que por su acción u omisión estaba atentando contra nuestra propia ciudad.

HACE unas semanas en esta misma tribuna de EL OBSERVADOR hacía un llamamiento sobre los desprendimientos de muros con mil años de historia de la Alcazaba ante nuestros ojos y el de los cientos de miles de personas que cada año la visitan sin que se esté actuando con la agilidad y determinación necesaria para evitar su deterioro imparable.

Y es que como le decía recientemente al alcalde en el Pleno del Ayuntamiento, en Málaga ya nos trae más a cuenta poner una placa en los pocos edificios históricos que han logrado resistir y sobrevivir al mandado del Partido Popular y de Francisco de la Torre.

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