La Movilidad Sostenible en un cajón de la alcaldía

 La Movilidad Sostenible en un cajón de la alcaldía


POCO se ha hablado y escrito sobre el Plan de Movilidad Sostenible de la ciudad de Málaga. Poco se ha sabido por parte de los ciudadanos de ese Plan, que se aprobó en febrero de 2011 y que acabó guardándose en uno de los cajones de Alcaldía. Quizás ni se conozca que ha costado más de 150.000 euros, pero que se ha decidido olvidar pese a que recogía un análisis de la movilidad en la ciudad de Málaga que dejaba en evidencia que el 90% de los malagueños, es decir, 9 de cada 10 ciudadanos, consideran que la situación del tráfico en nuestra ciudad es mala. El 63% la califica de mala y el 27% como regular.

EL Partido Popular poco ha querido centrar esfuerzos en mejorar la movilidad en la ciudad ni con el uso del transporte colectivo ni con medios de desplazamientos no contaminantes como el uso de la bicicleta o los desplazamientos a pie. Tal es así, que Málaga sigue estando a la cola del uso del autobús para moverse por la ciudad, muy por detrás de las cifras de viajeros y tasas de desplazamientos que se observan en otras ciudades españolas. Sin embargo el precio del transporte público no ha dejado de aumentar sin que tampoco se haya procedido a renovar nuestra flota de autobuses maltrechos.

TAMPOCO el fomento del uso de la bicicleta ha sido el fuerte del PP en el Ayuntamiento. Ciudades como Zaragoza, con una población similar a la de Málaga, cuenta hasta con 120 km de carril bici, mientras que nuestra ciudad se queda en apenas 30 kilómetros. Ni me planteo relatar el atraso de años que acumulamos respecto a ciudades como Sevilla o Barcelona en kilómetros de carril bici, en número de bicicletas en alquiler, en estaciones para coger o depositar la bicicleta o lo que es más preocupante, la situación que sitúa nuestra red de carriles bici a la cola en la seguridad de los mismos, según un reciente estudio de la OCU que los considera estrechos, mal señalizados…

HACE apenas unos días, el PSOE en el Ayuntamiento de Málaga presentaba sendas iniciativas en la Comisión de Accesibilidad y Movilidad del Ayuntamiento para la aprobación definitiva del Plan de Movilidad Sostenible de Málaga siendo rechazadas por el PP. Ni carriles BUS-VAO en la ciudad, ni microbús eléctrico, ni la extensión de las zonas 30 a las zonas residencias y calles de centros comerciales abiertos, ni aparcamientos para bicis en los parkings municipales, ni cumplir con el propio Plan Directo de la Bicicleta del propio Ayuntamiento de Málaga, ni atender las peticiones de reasfaltado o simples rebacheos de vías con carriles prácticamente inutilizables, ni el repintado de pasos de peatones y señalización con limitación a 30 km/h de zonas sensibles como en las inmediaciones de colegios, guarderías o centros de salud.       

Meses e iniciativas pasan sin que desde el PP se atiendan las peticiones que traslada la oposición en materia de movilidad, propuestas que son las que se recogen de los propios ciudadanos de Málaga. No hay excusa cuando el Plan de Movilidad Sostenible sigue escondido en el cajón desde hace casi 3 años y mientras nuestra ciudad sigue soportando contaminación ambiental, acústica o consumos energéticos muy por encima de nuestras propias posibilidades en cuanto a economía y calidad de vida.

ESOS cajones, ocultan bajo siete llaves, los proyectos del nunca jamás del alcalde del PP en Málaga. En el mejor de los casos fueron solo titulares de prensa, “morning glory” a la ocurrencia como la empresa mixta para la construcción de VPO en Málaga, desmentido por UNICAJA a los pocos minutos del anuncio del alcalde o el aspirar a ser sede de una Exposición Internacional Tecnológica en el año 2023 que aguantó al día siguiente para ser desmentida tal posibilidad por el poco rigor del asunto.  

En el peor de los casos, los experimentos han acabado costando miles de millones de las antiguas pesetas a los ciudadanos, y que pueden incrementarse notablemente con las reclamaciones millonarias que se juzgan en estos momentos en los tribunales de justicia. Sobre estos últimos cabe destacar 2 de las apuestas culturales de Francisco de la Torre en Málaga. El Museo de las Gemas en Tabacalera con cientos de titulares y fotos de propaganda, con una inversión de 30 millones de euros, que sigue tan vacía de contenido como el vacío a las arcas municipales, y con una reclamación millonaria por el incumplimiento de contrato del equipo de gobierno del PP con la empresa.

OTRO despropósito de De la Torre fue la compra por 21 millones de euros de los cines Astoria y Victoria para “el Museo de los Museos” con una reclamación de los antiguos propietarios de otros 7 millones de euros por incumplimiento de acuerdo al no querer abonar el alcalde parte del acuerdo al que llegó con los antiguos propietarios. Actualmente ese edificio está pendiente de su demolición para construir un algo y en algún año.

SUMADOS a la Gerencia Municipal de Urbanismo, con un coste de 36 millones de euros, goteras incluidas, los incrementos presupuestarios en cada uno de los proyectos como el Carmen Thyssen que acabó costando, en incontables “imprevistos” hasta los 30 millones de euros.  Ya fuesen grandes como los citados o pequeños equipamientos y obras que se hacían y rehacían en barrios hace que la deuda del Ayuntamiento sea la segunda más alta por habitante de las grandes ciudades de toda España, 719 millones de euros. Francisco de la Torre ha disparado la deuda con ese descontrol y despilfarro un 115% en sus últimos 10 años al frente de la alcaldía. La deuda de los malagueños asciende a 1,318 euros por cada habitante.

¿CÓMO ha generado el PP tanta deuda en los años de gran crecimiento de la economía de la ciudad, con ingresos millonarios en convenios urbanísticos y en millones de ingresos en licencias por obras, con cifras desorbitantes en multas de tráfico, venta de aparcamientos municipales a precio de oro o con subidas desproporcionadas de los recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles?

LA realidad de las cuentas de la ciudad desvelan que ahora que tenemos más de 82.000 desempleados en la ciudad de Málaga la inversión del Ayuntamiento por cada habitante se queda en los 63´48 €uros, muy alejado de la media de los ayuntamientos de otras ciudades que se sitúa en los 103´62 €. El gasto social del Ayuntamiento por cada malagueño se queda en 82 euros y debiendo destinar a pagar la deuda acumulada con los bancos más de 66 €uros por habitante.

LEJOS de la propaganda, los datos del Ayuntamiento evidencian que ni se invierte en gasto social para los malagueños, ni se invierte en obras de infraestructuras, ni se inyecta dinero para dinamizar la economía y generar empleo, ni se aplica un Plan de Movilidad Sostenible para mejorar la calidad de vida en Málaga que muere mientras envejece en un cajón de alcaldía.

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