Balance de gestión. Sergio Brenes, concejal en la Casona del Parque
SE acaban de celebrar los cuarenta años de los primeros ayuntamientos democráticos tras la Dictadura franquista. Y yo he tenido la suerte de formar parte de ese grupo de 31 mujeres y hombres que han sido representantes de la ciudadanía malagueña en el Ayuntamiento de Málaga en diferentes legislaturas. Pero en la política, como en la vida, siempre se van cerrando etapas y se van abriendo otras nuevas. Se hace obligado ante la ciudadanía a la que representas, a la que te debes, con la que trabajas día a día, hacer balance de la gestión realizada en interés de nuestra ciudad y de aquellos que la habitamos.
HAN sido muchos años entrando y saliendo del Ayuntamiento de Málaga en diferentes corporaciones. Nunca fui elegido concejal en representación del PSOE directamente tras unas elecciones municipales y siempre me fui incorporando ante la marcha de otros ediles socialistas que por diferentes motivos iban abandonando el Grupo socialista. Así desde muy joven tuve el grandísimo honor de cumplir la tarea de representar a Málaga y a mi partido en el Ayuntamiento de una de las ciudades más importantes de España. Y sinceramente creo que lo he hecho con dignidad y responsabilidad.
DICEN que la política municipal es la más cercana al ciudadano y, por ello, además de ser la más bonita debería ser paso obligado para todos aquellos que desempeñan cargos de representación política en diferentes responsabilidades públicas. Con el paso de los años te das cuenta de quienes han pasado por esta escuela del ser y estar disponible 365 días del año. Siempre tuve claro quién soy y a quien me debo por lo que lo que para otros es renunciar a tu tiempo en familia o a tiempo libre y de ocio para otros es una obligación para con quien te necesita o quiere que les acompañes en alguna actividad preparada con tanta dedicación y empeño y de manera desinteresada. No hay más que hablar. Esa es la política municipal y eso hacen los 31 concejales y concejalas que componen nuestro Ayuntamiento.
NADA más llegar al Ayuntamiento de Málaga, quizás demasiado joven, observé con preocupación que la mayoría de los miembros de la corporación no tenían un conocimiento lo suficientemente amplio de la ciudad, ni de la organización del Ayuntamiento. Es obvio que no podemos saber todo de todo pero tampoco puede alguien que representa una ciudad con 600.000 habitantes conformarse con la parcela que domina y el espacio en el que se siente lo suficientemente cómodo. Emprendí un máster de dos años específico con grandes profesionales que habían transformado la ciudad de Barcelona y que asesoraban a gobiernos de Latinoamérica sobre gestionar una ciudad en estos tiempos de cambio que me aportaron nuevos conocimientos a los ya adquiridos y me permitieron tener una visión de conjunto de territorio y de oportunidades de futuro.
ELLO me ha posibilitado ser responsable de los temas de juventud, memoria histórica, comercio, empleo, polígonos industriales, de accesibilidad, vivienda, de movilidad, de patrimonio histórico, de la ordenación del territorio y el urbanismo. Pero durante estos años he desempeñado diferentes tareas desde ser el administrativo que preparaba escritos y se encargaba del correo a ser viceportavoz socialista en dos etapas distintas. Y a todo le he puesto el mismo saber hacer y la misma dedicación.
FRUTO de ello han sido las casi 1.300 iniciativas presentadas como concejal del Ayuntamiento de Málaga, sin incluir lo relativo al trabajo en los órganos de participación de distritos municipales ni en los consejos de administración de las empresas municipales de las que he formado parte en estos años: EMT, EMASA, Sociedad Municipal de la Vivienda, SMASSA, LIMASA, MercaMálaga ni en organismos como el Instituto Municipal para la Formación y el Empleo, Instituto Municipal de la Vivienda, la Gerencia Municipal de la Vivienda, la Fundación Rafael Pérez Estrada o los ya extintos Patronato Botánico de la Concepción o Instituto Municipal del Taxi.
ME resultó sorprendente que sin haberlo propuesto y sin ser consciente de ello a la hora de planificar mi trabajo, la mitad en mi labor de control y fiscalización del equipo de gobierno del PP ha consistido en peticiones de información a través del art. 16 del Reglamento, vistas de expedientes, comparecencias, preguntas a Pleno, etcétera, muchas de las cuales han servido para poner luz sobre irregularidades que se estaban cometiendo, sobre episodios de mala gestión de los recursos municipales, administrando mal el dinero de los malagueños.
LA otra mitad de las iniciativas han sido de propuestas con mociones de Pleno y Comisión, escritos a la Alcaldía, etcétera con el objeto de mejorar la calidad de vida de las barriadas de Málaga o de sus zonas empresariales, de renovar las infraestructuras básicas, de defender Málaga contra las inundaciones, de crear un cinturón verde que contribuyan a mejorar la calidad ambiental, sobre los eternos proyectos de ciudad como Campamento Benítez, baños del Carmen, el parque de Repsol, el Astoria-Victoria, sobre la movilidad sostenible, etc. Todo siempre pensando en mi ciudad y en el interés general.
MI primera iniciativa fue sobre accidentes laborales en la ciudad de Málaga y la última que he firmado para intentar paralizar la cesión de los mejores suelos de la ciudad a la Universidad Católica de Murcia, entendiendo que se debe reservar ese espacio privilegiado para un proyecto que realmente responda al interés de futuro de nuestra ciudad.
Comentarios