El enemigo en casa

 El enemigo en casa

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NO hay semana sin polémica en el Ayuntamiento de Málaga. Aunque me disguste, tengo que reconocer que el principal adversario del Partido Popular en la Casona del Parque, son ellos mismos. Y no es que diga que los concejales de la oposición no hacemos bien nuestro trabajo, digo y afirmo que la realidad de un equipo de gobierno del PP en descomposición nos supera con creces. No se puede actuar peor.

¿CÓMO es posible que el propio equipo de gobierno del PP haya sembrado dudas sobre el primer centro de un organismo internacional que va a tener sede en Málaga? En el PSOE estamos perplejos ante la situación creada por la imprevisión, la improvisación y la falta de planificación que esconde la llegada del Centro Internacional de Formación de Autoridades y Líderes (CIFAL Málaga). Es difícil hacerlo peor.

EL PP tiene el don de convertir en debilidad nuestras fortalezas como ciudad y en amenazas las oportunidades que aquí llegan o se generan. Y es que a la hora de manosear para sacar una foto y un titular de prensa, al PP no le importa nada. Ya pasó con aquel proyecto estrella y estrellado del Museo de las Joyas en Tabacalera o recientemente con la idea de Antonio Banderas para el Astoria.

AHORA el lodo municipal ha tocado al recién nombrado director del centro CIFAL Málaga, Julio Andrade, que hasta hace pocos días era concejal popular del Área de Bienestar Social y responsable del distrito Este. Y muy a su pesar, ya que no ha sido la polémica por una decisión suya. El CIFAL Málaga se ha visto envuelto en otra incomprensible maniobra del alcalde Francisco de la Torre que, con la mejor intención de proporcionar un sueldo digno al dimitido edil Andrade en sus nuevas responsabilidades, lo ha nombrado director técnico de Relaciones con Organismos Internacionales del Ayuntamiento de Málaga.

ES comprensible que Andrade tenga que cobrar por el trabajo que va a realizar al frente de CIFAL Málaga, lo que no es aceptable es que le hayan buscado un apaño de mala manera, por la puerta de atrás, y con cargo al bolsillo de los malagueños y hayan pringado en la operación al centro CIFAL y a la ONU. ¿No había forma de llegar a un acuerdo con el Gobierno de España para pagar su nómina? ¿Por qué se ha tratado de ocultar a la oposición su nombramiento como cargo de confianza del equipo de gobierno popular del Ayuntamiento? Incluso se llegó a barajar nombrarlo asesor técnico de Comunicación, según publicó un medio de comunicación de la ciudad. Tampoco hubiese desentonado en los nombramientos que se realizan sin atender a criterios ni formación de aquellas personas que cubren responsabilidades.

CUANDO en plenas fiestas de Navidad, la Junta de Gobierno Local - el alcalde y los concejales del PP- aprueban un acuerdo marco con UNITAR, organismo autónomo de Naciones Unidas, dijeron que el coste para el Ayuntamiento de Málaga sólo era de 30.000 euros y gastos de mantenimiento mínimos en la Casita del Jardinero. El PP tiene la mala costumbre de aprobar temas sin transparencia y suele aprovechar el silencio de los meses cuando la ciudadanía anda pensando en regalos navideños o en las merecidas vacaciones de agosto o en el viernes de los fuegos artificiales de Feria.

POR eso, la falta de transparencia inicial nos hizo empezar a plantearnos que lo dicho por el PP no iba a ser cierto y a las primeras de cambio han comenzado a aparecer gastos y más gastos. Por lo pronto ya han cargado el sueldo del director -53.000 €-, arreglar parte de la planta baja del Hospital Noble -100.000 € y otros gastos muy variados, sin entrar en la necesidad de personal que no se sabe cómo va a prestar servicio y en qué condiciones, pero sí quien le va a pagar: los malagueños. Hace un mes y medio que preguntarnos formalmente a Alcaldía sobre los costes para el Ayuntamiento de Málaga y seguimos a la espera. Todo esto seguro que traerá nuevas preguntas difíciles de contestar.

EN el último Pleno del Ayuntamiento de Málaga, le planteábamos al Alcalde la necesidad de mejorar en materia de transparencia tras el fracaso de la Comisión municipal que aborda asuntos que el PP no quiere o puede explicar. El alcalde dio las responsabilidades de Transparencia al portavoz popular Carlos Conde, un nuevo castigo al bendodista Mario Cortés, y visto lo que el señor Conde ha hecho durante la preparación de los Presupuestos municipales, podemos aventurar que en Transparencia hemos pasado de “Guatemala a Guatepeor”.


ESE día del último Pleno, el alcalde daba un emocionado adiós al concejal Julio Andrade ante los malagueños, mientras con la otra mano le abría la puerta de atrás como cargo de confianza. Todo en un mismo acto, sin dignarse a explicar a la oposición y a los malagueños, la solución sorprendente en lo chapucera que habían buscado para la dirección del CIFAL Málaga.

MAL empezamos.

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