Presupuesto y ajustando cuentas
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HAY veces que no es lo mismo cuadrar un presupuesto que ajustar cuentas. Esto es lo que ha hecho el alcalde Francisco de la Torre en las últimas dos semanas. Por un lado, desbloquear con Juan Cassá unos presupuestos irreales y electoralistas pensando en los comicios municipales de mayo de 2019 y, por otro lado, aprovechar la salida del concejal Julio Andrade para realizar un ajuste de cuentas contra Elías Bendodo. Dentro de su equipo de gobierno, el más perjudicado en los cambios ha sido Raúl Jiménez. Fue este edil el que durante el debate sobre la municipalización de LIMASA, desautorizó públicamente al alcalde y evidenció que De la Torre había quedado en minoría dentro de su propio equipo con una huida masiva de ediles populares hacia el entonces alcaldable todopoderoso Elías Bendodo. Pero la venganza es un plato que se sirve frío y con frialdad De la Torre ha querido evidenciar que nuevamente manda él y que Bendodo, tras años intentando sacar a De la Torre de la Alcaldía, ahora ha tenido que pedirle o suplicarle - cada uno piense lo que quiera- que lo vaya a meter en la lista electoral como número 2 en su candidatura.
LA principal vencedora de esta remodelación ha sido la edil Teresa Porras, que se hace cargo de LIMASA. Aunque visto lo que pasa en esa empresa nunca se sabe si es un premio o un castigo. Por ella han pasado Ana María Rico, Carolina España, el juez Bernardo Pinazo, Patricia Marín, Ana Navarro o el propio Raúl Jiménez. Aunque siempre la última palabra se la ha reservado el alcalde o mejor dicho siempre se han preocupado de garantizar los beneficios a la parte privada por encima de la propia situación de limpieza de nuestra ciudad. Si alguien pensaba que iba a cambiar algo en LIMASA, se equivocaron. En la primera Comisión de Sostenibilidad Medioambiental que presidía Teresa porras el Partido Popular ha votado en contra de la devolución de las cantidades que se han pagado a las empresas privadas de LIMASA como señalaba la intervención General del propio Ayuntamiento y además han mirado para otro lado sobre los informes de la propia Agencia Tributaria que señalaba que se han pagado por duplicado servicios por parte de LIMASA. Es decir hemos pagado a los socios privados por unos trabajos que debían de realizar y que sin embargo LIMASA ha tenido que contratar a despachos profesionales pagando doblemente el trabajo.
EL presupuesto para 2018 llega tarde, a mediados del mes de abril, ya que al PP solo le interesa su faceta como arma electoral para las Elecciones municipales de mayo de 2019. Pero también llegan mal. Al Partido Popular le ha faltado cumplir hasta con las más elementales formas en política. Ha sido incapaz nuevamente de sentarse con los grupos de la oposición al menos para explicar en qué consisten los números que han presentado e informar sobre las propuestas que hace meses nos pidieron que les hiciéramos llegar. Nunca entenderé ese desprecio hacia unas propuestas planteadas por los grupos de la oposición y que son peticiones realizadas por asociaciones vecinales, de comerciantes y de empresarios de la ciudad.
TIENE su aquel que lo presenten coincidiendo con el Festival de Cine de Málaga. Una producción del Partido Popular y Ciudadanos que han elaborado un presupuesto que es una pura ficción. Ya les pasó el pasado año 2017, cuando los presupuestos también fueron aprobados tan tarde que los principales organismos del Ayuntamiento fueron incapaces de invertir lo que se había recogido en los mismos. La Gerencia Municipal de Urbanismo presentó un grado de ejecución del año 2017 que rozó un porcentaje casi ridículo. Pero al contrario que otros años con grados de ejecución que rondaron el 40%, en esta ocasión los tristes números que han alcanzado en la GMU están motivados por un presupuesto que entró en vigor a mitad de año. Es lo mismo qué sucederá en 2018, donde ahora comienza la lenta tramitación administrativa y hasta el verano será imposible que el presupuesto para este año entre en vigor. Casi todos los proyectos que en él se recogen no verán la luz. Son una pura ficción escrita y presupuestada en un papel.
DE la Torre ha tenido nuevamente el apoyo de Ciudadanos para sacar unas cuentas que le permitan en los últimos meses de la legislatura poner barrios enteros patas arriba. Obras para levantar acerados de calles y plazas de las barriadas. Toca como cada 4 años intentar de parecer que le preocupan los barrios y la ciudadanía que en ellos habita. Pero no se preocupen, las obras no serán más que un mero lavado de cara. Poco le ha interesado al alcalde del PP mejorar las infraestructuras básicas de Málaga en sus 23 años en el Ayuntamiento. Ni en sustituir los más de 700 km de tuberías de fibrocemento (uralita) de la que seguimos bebiendo los malagueños y malagueñas, ni invertirá en mejorar la capacidad de carga del saneamiento, ni meterá nuevos tubos para separar las aguas de lluvia, ni se preocupará de las obras contra las inundaciones.
NUEVAMENTE muchos vecinos y vecinas llamarán a medios de comunicación y a grupos políticos indignados por unas obras en sus calles que consisten en un simple cambio de solería. Nuevamente las asociaciones de vecinos pondrán el grito en el cielo al ver que se vuelven a levantar calles que se arreglaron hace muy pocos años o que no se cambian las antiguas tuberías. Esta Legislatura no hay proyecto estrella para inaugurar y todo lo confía a una peatonalización de la Alameda que va camino de convertirse en otro proyecto estrellado como el Campamento Benítez o la chapucera reurbanización de la plaza de la Merced.
UN presupuesto ficticio para aparentar que la ciudad se mueve, aunque no sepan hacia dónde ni para qué. Y como en cualquier película de cine negro, en el seno del Partido Popular seguirán ajustando cuentas.
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