Un Pleno más

 Un Pleno más

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EL próximo viernes, coincidiendo con el “viernes de dolores” se celebrará el Pleno del Ayuntamiento de Málaga del mes de marzo. Las elecciones municipales se aproximan y el PP empieza a descontar otro mes del calendario. La mayoría absoluta está cada vez más lejos y la opción de cambio en el Ayuntamiento de la ciudad cada vez está más cerca y con un resultado claramente abierto.

ESTE mes el Pleno tratará de lo de siempre, de las cuestiones pendientes que Francisco de la Torre ha sido incapaz de desbloquear, en unos casos por falta de voluntad y en otros por sus cálculos electorales. Esos grandes temas volverán al salón de Pleno de la Casona. Los bomberos volverán a demandar que el alcalde los oiga. Parece mentira que lleven más de un año esperando que el alcalde resuelva este foco de conflicto con quienes se encargan de nuestra seguridad. Vienen con una victoria judicial bajo el brazo una seria advertencia del juzgado sobre el desgobierno y descoordinación con la que el PP está gestionando el Real Cuerpo de Bomberos de Málaga.


EL Pleno volverá a tratar sobre la necesidad del pulmón verde en la zona oeste de Málaga. Doscientos mil vecinos residen en los distritos municipales de Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero. Barrios del desarrollismo franquista donde la calidad de vida de los malagueños se vendió a golpe de bloques altos pegados unos a los otros, careciendo de plazas y de calles anchas, sin reservas de suelos para parques ni jardines. Eran barriadas para la clase obrera. Era impensable que pudieran acceder a mejores condiciones de vida que las que ya tenían. En Cruz de Humilladero apenas alcanzan los 2 metros cuadrados de zona verde útil por habitante muy lejos de los 10 y 15 metros cuadrados recomendados por organismos internacionales como la organización Mundial de la Salud. En estos distritos residen 1 de cada 3 malagueños y merecen gozar de calidad de vida y de mejoras ambientales de las que nos beneficiaremos toda la ciudanía.

LOS socialistas hablaremos de las pensiones. De mejorar las condiciones de vida de nuestros mayores. De tratar con dignidad y como se merecen aquellos que han soportado las consecuencias de la crisis con unos ingresos mínimos y han contribuido con pensiones raquíticas a mantener a hijos y nietos en el paro. Esa cobertura social a los desempleados ha salido de repartir unas pensiones que en muchos casos son de pura miseria. Es indigno que Rajoy siga enviando cartas con subidas miserables para las pensiones mientras el Ministerio de Defensa anuncia que va a comprar armas por valor de 10.000 millones de euros. Los pensionistas colapsaron el pasado sábado el centro de la ciudad de Málaga en una manifestación multitudinaria. No había lluvia que los parase. Allí vi muchos mayores que habían trabajado por una educación pública y por una sanidad gratuita. Allí estaban los obreros, ahora jubilados, que estuvieron toda una vida luchando para tener y extender el llamado “estado del bienestar”. No piden para ellos. Pero que nadie se equivoque: no piden limosna, exigen justicia para con las generaciones futuras.

MIL veces he coincidido con nuestro alcalde de Málaga en actos con mayores: carnaval del mayor, paellas y a las cenas en la caseta del Rengue de nuestra Feria de Málaga y nunca le he escuchado hablar de pensiones. En sus 20 años de alcalde jamás le he oído exigir mejores pensiones para las personas mayores y perdió una magnífica oportunidad este pasado sábado. El mismo día que decenas de miles de mujeres y hombres exigían justicia con sus pensiones y un trato digno, el alcalde estaba pisando moqueta en Marbella en un acto con Mariano Rajoy y Juan Manuel Moreno Bonilla. Quizás un poco de empatía en este caso no vendría mal.

DE todas estas cosas debatiremos en el Pleno del Ayuntamiento de Málaga, y serán polémicos y nuevamente dejaran patente la soledad del Partido Popular y la necesidad de cambio en el gobierno municipal que existe en la ciudad. Aunque posiblemente todo quede silenciado por nuestra Semana Santa, es evidente que un ciclo se ha acabado y los problemas se desbordan a cada paso. Y es que aunque todo parece avanzar muy rápido, los grandes temas permanecen sin resolver.

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