Un candidato a palos
https://revistaelobservador.com/opinion/46-camino-a-laponia/13390-un-candidato-a-palosFRANCISCO de la Torre será el candidato del PP a la alcaldía de Málaga en las elecciones municipales de mayo de 2019. Por fin se desveló la incógnita que ha tenido paralizada la labor del equipo de gobierno popular del Ayuntamiento de Málaga durante casi 3 años. El PP presentará lo que vulgarmente se conoce como un “candidato a palos”.
ENTRE los articulistas de la ciudad ha chirriado que el PP vuelva a aferrarse a un candidato con 76 años y con 18 años al frente de la alcaldía que evidencia desde hace tiempo su agotamiento en la gestión. Otros han puesto su acento en la clara muestra de carencia de banquillo del PP en la ciudad de Málaga. El alcalde ha ido devorando lentamente a todos aquellos que se venían postulando como delfines para sustituirlo en la alcaldía. Se ha comportado como un mal suegro al que ningún pretendiente es suficientemente bueno para su hija.
EL PP había decidido que había llegado el momento de jubilarlo una vez ganó la alcaldía en junio de 2015. No había cogido todavía la vara de mando de alcalde, cuando el presidente del PP Elías Bendodo ya le estaba preparando la cama para quitarse a De la Torre de en medio. Hemos asistido a continuos cruces de mensajes casi diario en los medios de comunicación durante estos 3 años. Grupos de presión con líderes de opinión a la cabeza que cerraron filas con Bendodo para sacar a De la Torre de la alcaldía por tierra, mar o aire.
TAMBIÉN De la Torre venció la ridícula estratagema del presidente del PP en Andalucía Juan Manuel Moreno Bonilla que junto a Bendodo quiso mandar a Francisco de la Torre como candidato a las Elecciones Generales de finales de 2015. De la Torre se negó a cambiar la alcaldía por un puesto de diputado como si de cromos se tratara. Ya fue senador la pasada Legislatura y durante sus años en esa cámara sólo presentó una iniciativa aunque sí cobró sus cerca de 80.000 euros al año por hacer la nada más absoluta. De la Torre volvió de ese cementerio de elefantes que es el Senado y se reincorporó nuevamente al Ayuntamiento para desesperación de quienes aspiraban entonces a la sucesión.
PERO quien resiste, gana aunque sea por agotamiento del rival. Que se lo cuenten a Mariano Rajoy. Esta estrategia le ha funcionado al alcalde para vencer al propio Partido Popular de Málaga y a la mayoría de sus concejales que no dudaron en cerrar filas con Bendodo y el PP provincial y volcarse en la campaña de desautorización continua al alcalde. Hace unas semanas ya se rindieron a la evidencia y adelantaron la posición del PP de Málaga, ya no les deba tiempo a fabricar la imagen de “Bendodo alcalde”.
HACE meses que en los pasillos de la Casona los concejales bendodistas reconocían a su pesar que De la Torre les había vencido. El PP lanzaba mensajes al alcalde para que continuase y De la Torre se dejaba querer haciendo equilibrios: si el PP me lo pide, me lo pensaré. Aunque ahora estoy en el No. Quería cobrarse una fría venganza, quería una humillación pública de Bendodo y Moreno Bonilla y que le pidieran públicamente que fuese nuevamente su candidato. Pero De la Torre quiso que se evidenciara aún más y se dio un mes de plazo para pensar y repensar si optaba nuevamente a ser candidato.
QUIZÁS por eso De la Torre anunció sólo su intención de volver a presentarse. De la Torre no quiso a ningún dirigente del PP acompañándole, lo que parece muy normal después de lo que durante años le han hecho, pero tampoco quiso a ninguno de sus concejales arropándole y es que no se fía de la mayoría de ellos.
LAS encuestas pintan mal para el PP que ya en las anteriores elecciones perdieron hasta 6 concejales y ven en De la Torre al único capaz de conservar la última gran alcaldía que le queda al PP en España. Tienen un candidato a palos, sin proyectos de futuro para la ciudad y con el PP que lo presenta deseando ponerle una fecha de caducidad como si de un yogur se tratara.
SERÁ la ciudadanía de Málaga la que con su voto tendrá que sacar a De la Torre y al PP de la alcaldía antes que nos deje heredero.
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