Málaga no puede tener otros 4 años paralizado su Ayuntamiento

En la sexta ciudad de España no se habla de proyectos de futuro. No se abordan pactos institucionales ni con los agentes sociales para abordar nuestro Plan Estratégico. Hace tiempo que el PP abandonó cualquier interés por nuestra ciudad, volcado en crear redes de poder y respaldar negocios poco claros a costa del interés general de la ciudad.

Hace años que el alcalde creó un gobierno a la sombra, tan a la sombra como le gusta moverse a él. Desconfiar de sus concejales que veían pasar la legislatura sin pretender que se le escuchase, sin ganas de hacer ruido, sin construir ciudad.

Así se ha gobernado Málaga. En la oposición hemos tenido nuestra parte de responsabilidad de no haber sabido generar una necesidad de cambio, de un proyecto nuevo de ciudad que acabara con esa forma de gobernar la ciudad.

Se ha llegado a ese ambiente de desolación y paralización, de agotamiento de la paciencia y de las esperanzas. Nadie espera nada ya de este alcalde ni de ese grupo que le rodea. Ha contagiado sus formas oscuras al resto de un equipo en el que el recambio suena igual o peor que el propio alcalde.

Las promesas incumplidas se cuentan por decenas, los programas electorales son cuentos llenos de reiteraciones legislaturas tras legislaturas. El paro ahoga a la ciudad y las deudas del Ayuntamiento no le permiten más que arrastrar una agonía de su gobierno.

Al bulevar le quedan 30 años reconoció hace unos meses el propio alcalde. Ahora abordamos la mitad de una de las cuatro fases en las que se ha dividido el proyecto. Ya nadie recuerda que en el mes de diciembre prometiera una inversión de 6 o 7 millones de euros para 2011 y la realidad tozuda lde la deuda municipal finalmente lo ha dejado en 2 millones. Ni que iba a contratar a los parados de Carretera de Cádiz, para un mes después desdecirse, camuflarlo y mirar para otro lado. Ni que lance que se van a generar 500 empleos cuando en el plan de seguridad de la obra se contempla una media de 95 trabajadores. Las mentiras no importan.

Ya nadie recuerda que después de 44 millones de euros invertidos en el museo de Tabacalera, los propietarios de las Gemas en Tabacalera,  en diciembre de 2010 dijeron que se les indemnizara y que se iban. Han acusado al PP de manipular y falsear informes y están dispuestos a llevar al Ayuntamiento ante los tribunales. Ver para creer.

Ningún dirigente PP quiere recordar que hemos pagado 21 millones de euros por un edificio con licencia de demolición en la plaza de la Merced. Que en ese mismo acuerdo se deja abierto el pago de otros 5 o 7 millones de indemnización a los propietarios. Estos embrollos para falsear los datos de costes  finales. ¿A quién ha defendido el alcalde, los 30 millones de euros de los malagueños o a los propietarios de ese inmueble que han hecho un negocio redondo?

Ni el propio alcalde quiere recordar que el edificio de la Gerencia de Urbanismo, que iba a costar 20 millones de euros ha acabado por disparar su coste hasta los 34 millones de euros. Ha pretendido ocultarse, pese a ser el máximo responsable del urbanismo de la ciudad y ni siquiera ha querido inaugurar. No ha querido pasar el bochorno de cortar la cinta.

Y el museo de Carmen Thyssen va por el mismo camino. Sólo en las obras con sus sobre costes incluidos llevamos invertidos 30 millones de euros. Modificaciones tras modificaciones presupuestarias y de proyecto, con irregularidades innumerables y de todo tipo, con un edificio que rompe con la estética de la zona, con unos cuadros que desconocemos, que se publicitaron la llegada de 350  obrasy que al final serán 200 o 30 ya que no hay un protocolo claro, no existe un acuerdo firmado que obligue a las partes. pese a que el Ayuntamiento con dinero de los malagueños ya hemos puesto esos 5.000 millones de las antiguas pesetas.

Y del personal del Thyssen más situcaciones irregulares, que a días de su inauguración ni siquiera se ha contratado ya que no quieren hacer públicos los procesos de contratación, que alguno de los que si se ha llegado a firmar falseó al parecer sus propios datos y se le contrató de jefe de la parte económica y jurídica del museo, reconociéndolo el propio Ayuntamiento, ahí es nada. Ni han presentado los proyectos museológico y museográfico del Museo para cumplir con la legalidad, que la retuerce también para colocar al fiel Javier Ferrer que acarrea y arrastra haber sido la cara del fiasco de Málaga 2016, salvando la imagen del último responsable, el alcalde.

El PP con su improvisación, con el despilfarro, con un cúmulo de irregularidades tan amplio ha acabado por manchar un proyecto tan importante para Málaga, una buena oportunidad para el sector turístico, comercial y cultural de la ciudad. El PP está echando titulares negativos a diario sobre el museo Carmen Thyssen que viene a complementar nuestra oferta como ciudad con museos de gobiernos socialistas como el Picasso o el Bellas Artes y Arqueológico en la Aduana. Llevamos años apoyando este museo y pidiéndole al PP que fueran responsables y no encharcasen este importante proyecto para Málaga.

Los contendores vuelven al centro en superficie tras millones de euros invertidos en su soterramiento en pleno de Festival de Cine que ha acabado por apagarse ante la incapacidad de renovarse, de convertirse en el verdadero referente.

Da lo mismo que el Plan de Movilidad Sostenible, encargado en el año 2006 y que debió entregarse en el año 2007, haya dormido en un cajón durante 4 años esperando que llegasen estas elecciones para desempolvarlo y regresarlo a la inutilidad de su no aplicación. Igual que el tranvía que se sacó de la manga en 2007 para sepultarlo unos meses después.

Ya ha ocurrido con el soterramiento de Cánovas del Castillo que este año vuelve a utilizar como proyecto novedoso aunque se prometiera hace 12 años, allá por 1999, sin que se haya realizado nada. Igual que Plan del Monte Gibralfaro, o el parque temático o la ampliación por Moneo del Centro de Arte Contemporáneo, o los mercados municipales en Teatinos, Campanillas o Puerto de la Torre....

Todo queda en el olvido de una ciudad que ha vivido a golpe de improvisación, de ocurrencia, del despilfarro en los últimos 12 años de gobierno, perdiendo buenas oportunidades por el PP pese a que hemos tenido un presupuesto municipal  de 1´5 billones de pesetas.

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