Dale la vuelta a Málaga

Dale la vuelta a Málaga

(Colaboración con la Revista El Observador)

MÁLAGA no puede perder más tiempo. El resto de ciudades llevan años con objetivos claros posicionándose en una competición de generar riqueza y empleo, creando oportunidades para sus empresas locales al tiempo que atraen capital de fuera.
MIENTRAS los socialistas nos hemos volcado con la mejora de las infraestructuras y equipamientos con vocación internacional, el PP ha entorpecido esa labor cuanto ha podido por su propia incapacidad para afrontar el futuro y por la falta de un liderazgo real para la sexta ciudad de España.
ESTAS inversiones de los socialistas en Málaga son realidades que han sembrado futuro con una nueva Terminal del aeropuerto y una segunda pista, el AVE a Málaga, la nueva hiperronda, la transformación del Puerto situándolo como puerto de destino de cientos de miles de cruceristas o con el Museo de la Aduana. Pero no sólo el Gobierno central ha invertido en Málaga sino que la Junta de Andalucía está dejando el Metro, la ampliación del Parque Tecnológico, la ampliación de la Universidad, la primera ciudad de la Justicia o la construcción de un centro de investigación médica como primera pieza de la gran ciudad sanitaria.
PERO en estos años se necesita que se generen sinergias para la economía y el empleo en la ciudad, algo que el PP ha sido incapaz de conseguir. La apuesta por nuestras empresas, por los emprendedores, por el pequeño y mediano comercio y la atracción de nuevas inversiones en la ciudad centrarán las acciones de gobierno de María Gámez como alcaldesa de Málaga. Hay que implementar las políticas destinadas a paliar el desempleo existente en la ciudad y que ahoga la capacidad inversora y de consumo de las familias malagueñas.
LA segunda línea de gobierno de María Gámez va orientada a la mejora de las condiciones de vida de nuestros barrios, haciendo una ciudad habitable, una ciudad verde con el reto de situarnos como referente de éstas políticas, una ciudad limpia, donde el paisajismo y el embellecimiento de nuestros barrios sean un motor de generación de empleo verde.
LA rehabilitación de nuestros espacios residenciales y empresariales es otro de los ejes de gobierno si los socialistas acceden a la alcaldía el próximo 22 de mayo. La apuesta por la eficiencia energética, el acceso a una vivienda a precios asequibles y el transporte limpio son grandes oportunidades para ciudadanos y empresas relacionadas con el sector de la construcción.
LA puesta en valor del patrimonio cultural, el papel turístico que nos corresponde con un trabajo serio de apoyo a las empresas relacionadas con el turismo y la cultura es otra de las piezas claves de la nueva economía que Málaga debe explotar para posicionarnos. 
EL modelo claro y diferenciado lo representa María Gámez, el programa preparado por Carlos Hernández Pezzi y el equipo de trabajo que se extiende por toda la ciudad, desde sectores económicos y profesionales, nuestro espacio de universidad y emprendedores, sindicatos y empresarios, colectivos vecinales, de mayores, de mujeres.
NO voy a negar que algo se ha hecho en Málaga durante los años de gobierno municipal del PP. Faltaría más que en estos 15 años no se hubiese mejorado la ciudad. Sólo en los últimos 10 años, el Ayuntamiento ha dispuesto de un presupuesto de 9.500 millones de euros, o lo que es lo mismo, 1,5 billones de las antiguas pesetas.
PERO han sido presupuestos irreales que sólo estaban sujetos por el papel. Como ejemplo de esa trampa del PP a la ciudad se pueden citar las bajas cifras de cumplimiento de las inversiones de la Gerencia Municipal de Urbanismo o el Instituto Municipal de la Vivienda que nunca han superado el 50% de ejecución de lo previsto anualmente.
SIN proyectos propios, el PP se ha negado a buscar consensos y acuerdos institucionales o con los agentes privados para sacar adelante las líneas de trabajo del Plan Estratégico de la ciudad. Sin el impulso y la colaboración de su ayuntamiento, cualquier ciudad se encuentra paralizada y sin proyectos de futuro.
EN contraste con la pobre gestión de los presupuestos lo que ha sido una realidad es que, solo durante los años de gobierno de Paco de la Torre, como alcalde, el Ayuntamiento ha vendido suelo por más de 200 millones de euros, tenemos la segunda mayor deuda por habitante de las ciudades de España y somos una de las ciudades con mayor tasa de paro del país.
EL dinero despilfarrado en estos años ha sido alarmante y ha imposibilitado llevar a acabo otros proyectos en la ciudad. Uno de los mejores ejemplos de esta mala gestión de los recursos públicos ha sido la compra de la manzana del Astoria por un precio final que rondará los 30 millones de euros por un edificio que hay que demoler por la situación en la que se encuentra.
PERO en cuanto a las obras y el malgastar los recursos sin mirar por el coste el mejor ejemplo es el actual edificio de la Gerencia de Urbanismo que pasó de costar 20 millones a 34 millones de euros, con un incremento de un 70% de los costes de obras. Tan mala gestión ha hecho que ni siquiera el alcalde hay querido hacer una inauguración pública del mismo. No es de extrañar que se quiera retirar de esa foto tan costosa.
EJEMPLO de la generosidad del alcalde con los dineros de los malagueños es el Museo de Tabacalera con un coste de 44 millones de euros, previsto de inaugurar en enero de 2008.  Promotores que venían rechazados de Valencia y que ahora quieren abandonar Málaga, sin que se haya llegado a abrir el museo y reclamándole a la ciudad una millonaria cantidad por indemnización. Así son los compañeros de viaje y amigos de ayer del alcalde y que hoy se muestran que sus intereses eran ajenos a la ciudad.
TAMPOCO ha encontrado el alcalde buenos socios en los convenios firmados del PGOU que tendrían que haber ingresado este año 126 millones de euros en 2011 y que a día de hoy, no han metido en la caja del Ayuntamiento ni un solo euro pese a que nosotros hemos hecho un PGOU nuevo para darle cabida a sus proyectos, vendiendo las oportunidades y calidad de vida de los malagueños.
HAY que elegir entre dos modelos muy diferenciados, el que hemos tenido o el que debemos construir entre todos para que a Málaga vuelva la ilusión, el dinamismo y la vida.  Quizás yo pueda esperar para ver esa realidad deseable pero Málaga no se puede permitir otros cuatro años de oropel, con apariencia pero sin contenido de valor.

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