Las excavadoras son para el verano. Casa del barroco malagueño del siglo XVIII al vertedero de los Ruices

No es la primera vez que el alcalde del PP de Málaga aprovecha los días de verano para destruir el patrimonio histórico de la ciudad. Aprovechando los días de vacío informativo del verano, sin tertulias, sin los articulistas políticos frente a sus teclados para denunciar el nuevo atentado cometido contra los malagueños, Francisco de la Torre en su despacho está preparado para firmar derribos impopulares al tiempo que las máquinas para la demolición están engrasadas y con los motores en marcha.

Le ha llegado el turno a una casa del barroco del siglo XVIII de la calle Mariblanca nº 12. El Ayuntamiento en manos del PP ha derribado el edificio de manera inminente. No ha valido de nada los años de abandono, ni la vigilancia, ni que se pasaran por alto la adopción de medidas cautelares. Han hecho lo que pretendían, mirar para otro lado hasta llegar al momento de la piqueta. Como siempre el momento del derribo coincide con el verano. Las excavadoras son para el verano, piensan en el PP de Málaga. 

En este caso, y como siempre, la perjudicada de la dejadez o la complacencia del PP en la protección del patrimonios hístorico es la ciudadanía de Málaga. La supuesta rehabilitación del centro histórico llevado a cabo por De la Torre ha acabado con más de 300 edificios en el centro histórico de Málaga declarados en ruina. La mayoría ha acabado derruido y los escombros arrojados al vertedero municipal de los Ruíces. 

Allí en el vertedero, camión tras camión, descansan edificios del siglo XVII, del XVIII, del XIX, unos con proteción arquitectónica de grado I, de grado II... dio igual que estuvieran protegidos o que constaran publicaciones o en catálogos de edificios de valor histórico o patrimonial.

Otro 30 de agosto fue derruido por el mismo procedimiento el caserón de las Virreinas. Nada importa la crítica vecinal ni que se pierda y destroce el patrimonio. Una vez en el suelo ya no hay remedio. Ahora pondrán excusas o, lo mejor y más socorrido para el alcalde del PP, optará por esconderse sin dar la cara a los ciudadanos. Quizás busque una nueva confrontación con la Junta o con el Gobierno de España para que sirva de distracción a su colaboración y cooperación indispensable para que Málaga haya perdido en sus 15 años al frente del urbanismo de Málaga lo que en siglos no fueron capaces de derribar ni terremotos ni incendios, ni inundaciones. 

Francisco de la Torre el Destructor, como es conocido en un grupo de facebook, siempre está dispuesto a firmar un derribo de patrimonio histórico o arquitectónico de Málaga. A la espera estamos de que firme derribar lo que queda en pie del convento de San Andrés en el Perchel o el cortijo Jurado en Campanillas, al igual que demolió la casa natal de Cánovas del Castillo, o el cortijo de Soliva, o los palacetes del barroco que han sucumbido a la piqueta de un gobierno del PP claramente irresponsable e inconsciente en materia de protección del patrimonio de todos los malagueños.

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