Esperando a Rajoy contra la corruPPción

Corrupción en España se escribe con las pes del Partido Popular.

La marca de la corruPPción está vinculada a este partido político. Lo hemos podido observar a través de las numerosas investigaciones judiciales en marcha, donde presuntamente, en forma de cuentas secretas en el extranjero, en comisiones ilegales, en tratos de favor, en desvíos de fondos públicos para financiación irregular del partido se ha contribuido al enriquecimiento personal de algunos de sus más notables dirigentes.

En el Gürtel hay ramas que se extienden en comunidades autónomas gobernadas por el PP: Galicia, Castilla y León, Madrid y Comunidad Valenciana, llegando hasta el Ayuntamiento de Estepona. El caso Palma Arenas suma ahora a la Comunidad de Baleares al dudoso honor

No son casos de una podredumbre de segunda, tercera o cuarta línea de la administración pública. Son casos que afectan a las cabezas de cartel, a los números 1 de listas electorales como el señor Matas o el señor Camps. En el caso de la trama madrileña del Gürtel personas elegidas en las listas del parlamento de la Comunidad o alcaldes de grandes municipios de Madrid.

La tibieza del PP de Rajoy en esclarecer estos hechos, en censurarlos sin tapujos, en nada contribuyen a mejorar la credibilidad en la clase política. Nuevamente Esperanza Aguirre ha sido más categórica que Rajoy y sus colaboradores, los critica abiertamente, los expulsa del partido ya sean alcaldes o parlamentarios.

Caso aparte es el señor Arenas en Andalucía, siempre ha salido a justificar lo injustificable ante los medios de comunicación. Arenas fue el secretario general del PP cuando todas estas tramas de corrupción se gestaban entre 1999 y 2003, el número 2 del PP. Puede ser que Arenas fuese un gran desconocedor de toda la podredumbre que su partido generaba lo que no explica que se convierta en un valedor de sus compañeros presuntamente corrompidos.

Su nombre ha salido a relucir en el Gürtel. El tiempo y los procedimientos judiciales sacarán a la luz el papel del señor Arenas en la trama de financiación irregular del PP, si es que tuvo alguno. Existe un informe policial en el que Alvaro Pérez "El Bigotes" cita el conocimiento de Arenas en el año 2003 de alguna práctica irregular para pago en dinero negro de actos del PP en Galicia, como queda constancia en el diario El Pais de 3 de octubre de 2009.

De vergüenza que el partido de la corrupción en España no haya dado el paso al frente que los ciudadanos esperaban. En la sede del PP en la calle Génova de Madrid se sigue dando cobijo a un imputado, tesorero del PP nacional. Difícil explicación tiene eso. Las fotos de Rajoy con Matas y Camps deja en evidencia que difícilmente el PP puede desprenderse de los oscuros secretos de alcoba de financiación irregular que los atenza desde Galicia a Baleares, pasando por la Comunidad Valenciana.

Como es habitual los españoles seguimos esperando a Rajoy. Esperando a Rajoy cotra la corruPPción, esperando que ponga los medios, necesarios para acabar con la corrupción en su partido, que entregue la contabilidad real del PP a jueces y fiscales, aireando los despachos en los que presuntamente se han tejido tramas de ocultación de dinero, de maletines a paraisos fiscales en países de nombres impronunciables.

El ánimo de los ciudadanos y la confianza en economía son elementos claves. Las cámaras de comercio están acometiendo una campaña "Esto solo lo arreglamos entre todos" en las que se invita a la concienciación de los ciudadanos sobre el papel destacado en la salida de la crisis.

Las encuestas señalan que la clase política son la tercera preocupación de los ciudadanos, detrás del paro y la economía. Los casos de corruPPción que asolan España: Gúrtel y el caso Palma Arenas o Matas han venido a extender las dudas sobre las personas que han contado con la confianza de los ciudadanos para gestionar sus intereses.

En un hipotético gobierno del PP de Rajoy quizás los corruptos puedan llegar a ser ministros. Eso hizo Aznar con Matas, elevar al rango de ministro al presuntamente corrupto presidente balear.


Comentarios