Noelia Martínez, concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, presentará en el pleno del miércoles 27 de enero, una iniciativa para que el parque Aluche en la ciudad de Madrid deje de honrar a Carlos Arias Navarro, carnicerito de Málaga.
El régimen de Franco utilizó los lugares públicos para colocar elementos de simbología política. Así nombres, placas, esculturas de personajes de la dictadura pasaron a convivir con los ciudadanos.
En principio, tras la guerra civil, en un intento de legitimar a un régimen que había conseguido el poder con sangre en un guerra, alejado de la representatividad democrática del voto que ostentaba la República.
Posteriormente, honrando a personajes que atesoraban los valores que la dictadura intentaba imponer a la sociedad, el nacionalcatolicismo, los veinticinco años de paz, pasaron a ocupar el lugar de la victoria. Tal fue el grado de intoxicación propagandística que el valle de los Caídos acabó siendo presentado por el dictador como un monumento a la reconcialiación nacional.
Desgraciadamente, el PP, tras 30 años de constitución española, se sigue sintiendo heredero del régimen franquista, sigue prisionero en jaula de oro del franquismo. Algunos como el Alcalde de Málaga, presidente de la Diputación de Málaga durante la dictadura, se niega a poner en marcha la ley sobre la memoria histórica.
Más de 50 calles de mi ciudad de Málaga siguen honrando la simbología política de una dictadura militar, Franco es alcalde honorífico de Málaga, al igual que Queipo de Llano ostenta la medalla de oro de la ciudad, siguen ocupando calles...
Lejos de quitar las placas de Falange hay días que pienso que van a colocar nuevas. En este mismo blog podéis encontrar un artículo en los banner laterales con algunos ejemplos vergonzantes para la vida en democracia en Málaga.
Comentarios