Sensaciones. Viajes de juventud












Decía Marx que la riqueza de un hombre no se mide por el dinero que tiene sino por el tiempo libre del que disfruta.

Para mí, viajar es un placer. No pensarán lo mismo algunos amigos que en la maleta cargan informes en lugar de gafas de sol. Somos muchos los que seguimos las recomendaciones y los logros de los gobiernos socialistas de los 80. Consideramos que las vacaciones han dejado de ser patrimonio de las élites para llegar a la mayor parte de la sociedad española.

Triste derecha española que hasta estuvieron en contra de los viajes del INSERSO. No podían asumir que aquellos que nunca tuvieron más que su trabajo para vivir pudieran salir de sus pueblos y de sus ciudades y ver por primera vez el mar o disfrutar de que llegaran a su habitación y tuviesen hechas las camas.

Desde que tuve cierta "madurez" dediqué mi tiempo libre a disfrutar conociendo nuevos lugares, nuevas culturas, nuevas maneras de entender el mundo. En esa afición mis padres colaboraron bastante y con ellos, siendo un niño, visité por primera vez Lisboa, me acerqué a la costa gaditana o al paraiso interior que encierra Jaén.

Después llegó el bachillerato y su viaje por ciudades italianas, Roma, Milán, Venecia y Florencia. Una vez en la Universidad y metido en la actividad política y el mundo asociativo llegó Baviera, una escapada con amigos por Zaragoza y Barcelona, el tour por Estrasburgo, Amsterdan, Bruselas, París, Luxemburgo.

El papa noel colgante llegó a Munich como 4 años antes que a España. Era gente rarísima que bebían la cerveza en jarras de medio litro. O aquellos que cerraban sus pubs a las once de la noche tocando una campana. Países que a las cinco de la tarde la noche caía sobre ellos. La tradición de utilizar las bicis en nuestras ciudades ni os cuento los niveles alcanzados en los Países Bajos, con policías en las autopistas que eran muñecos hinchables. La obsesión en Praga o Budapest con la selección española de fútbol. Real Madrid y Barcelona junto a Mallorca y Torrox para los alemanes son excelentes embajadores de nuestro País.

Concentraciones por la Globalización Social en París, en Oporto o en Sevilla. Antiguas naves industriales reconvertidas en multicines y palacios de exposiciones. Antiguas capillas religiosas que servían de salas de conciertos, para vender ropa reciclada. Centros sociales municipales gestionados directamente por jóvenes turcos o ruso-alemanes. Fundas nórdicas cuando en España sólo encontrabas mantas contundentes. De estos viajes de juventud no tengo fotografías pero si cientos de anécdotas de cuando el mundo no era tan global como lo es hoy día.

La mochila la cargaba de ilusión y con menos de veinte años me lanzaba sin pensarlo a descubrir nuevos mundos. Mundos que me eran totalmente ajenos. No eran excursiones en canoa por el Amazonas, ni escaladas por el Tibet, eran simplemente la vuelta de la esquina. Pero eran esquinas que no conocía, que no había visto, que no había pateado y que con un vuelo barato estaban a mi alcance.

¿Qué sensaciones alcanzaron aquellos viajeros románticos de los siglos XVIII y XIX?. Aquellos franceses e ingleses que recorrían las tierras del Islam, que recorrían con pasión oriente, que dejaron parte de su vida en el sur de España. De Colón y los descubridores españoles y portugueses ni los cito. De los Gálvez de Macharaviaya cuya historia se recupera a marchas forzadas para rescatarlos del peso del olvido en la historia.

Hoy, los Erasmus y otros programas similares llegan ya a miles de jóvenes andaluces que estudian durante meses en otras universidades, aprendiendo idiomas y abriendo la mente a nuevas experiencias. Felipe II no hubiese permitido tanta "mala influencia" de los países protestantes.

Después congresos y jornadas relacionadas con la historia y la arqueología como Almedinilla en Córdoba, Jérez y el Puerto de Santa María, Guardamar del Segura en Alicante. Los fenicios, romanos e iberos ayudaron a conjugar el ocio y los estudios. Mención especial requiere la Universidad Internacional de Andalucía y su sede en Baeza. Un curso sobre "Fernando de los Ríos y la visión socialista del problema agrario en la II República" posibilitarían el escribir un artículo de historia años después y descubrir la riqueza de ls joyas del renacimiento, Úbeda y Baeza. Madrid, Santander, Valladolid, Murcia, Ciudad Real, congresos y jornadas de formación al igual que por innumerables municipios de andalucía y sus capitales.

Nunca han sido estancias prolongadas, más bien afectado por el síndrome del turista que cámara en mano intenta absorver en un minuto la esencia de un lugar. Pero sigo siendo una persona inquieta que encuentra en cada rincón algo diferente y de lo que se debe aprender.

Decía Gandhi "Te sorprenderás al descubrir que en este mundo hay sitio para todos".

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