La noticia del día pasa por la apertura de la primera clínica de "desintoxicación" de internet en los Estados Unidos. Un tratamiento de 3 semanas para "desengancharte", 10.000 euros y como nuevo. Te resetean y listo. Vuelta a tu vida previa. A la prehistoria de mediados los noventa.
En la sociedad de la comunicación, de las nuevas tecnologías, de teléfonos móviles e internet hacen difícil poder desconectar. La información que nos inunda hace que, obligado moralmente, debas atender tus responsabilidades. Incluso, las ansiadas vacaciones necesitan de un tiempo de adaptación. Ponen los medios y desde el trabajo o el ocio acabas creando dependencias mentales de los instrumentos que utilizas. Una vida demasiado rápida como para poder aprovecharla.
En los libros de autoayuda, de liderazgo o de coaching inciden en la necesidad de establecer filtros para aprender a atender sólo lo importante. Y atiendes el teléfono y me comenta un amigo que ha estado trabajando hasta 16 horas. La necesidad de poder mantener la independencia familiar alcanzada. Poder disfrutar de tú alquiler o de tú televisión te arrastra a horarios imposibles. "Trabaja para vivir o vivir para trabajar". ¿Qué es importante, qué es lo urgente?
Sea como sea, el descanso se convierte en un bien necesario para la mente, para el stress. Curiosa enfermedad de las sociedades occidentales cuando en el resto del planeta la lucha del individuo se centra en comer todos los días.
Si te quedas sin batería ya hay en tiendas y restaurantes una máquina con cargadores para que por un euro y en veinte minutos puedas volver a conectarte al mundo durante 12 horas. Un invento español presentado hoy a la prensa. Yo ya llevo un cargador del nokia en el coche, he visto alguno a pilas que era poco efectivo. Alegría universal ya tenemos estaciones de servicio de la tecnología punta. Pronto unas cuantas de clínicas en España aunque a precios más razonables.
En la sociedad de la comunicación, de las nuevas tecnologías, de teléfonos móviles e internet hacen difícil poder desconectar. La información que nos inunda hace que, obligado moralmente, debas atender tus responsabilidades. Incluso, las ansiadas vacaciones necesitan de un tiempo de adaptación. Ponen los medios y desde el trabajo o el ocio acabas creando dependencias mentales de los instrumentos que utilizas. Una vida demasiado rápida como para poder aprovecharla.
En los libros de autoayuda, de liderazgo o de coaching inciden en la necesidad de establecer filtros para aprender a atender sólo lo importante. Y atiendes el teléfono y me comenta un amigo que ha estado trabajando hasta 16 horas. La necesidad de poder mantener la independencia familiar alcanzada. Poder disfrutar de tú alquiler o de tú televisión te arrastra a horarios imposibles. "Trabaja para vivir o vivir para trabajar". ¿Qué es importante, qué es lo urgente?
Sea como sea, el descanso se convierte en un bien necesario para la mente, para el stress. Curiosa enfermedad de las sociedades occidentales cuando en el resto del planeta la lucha del individuo se centra en comer todos los días.
Si te quedas sin batería ya hay en tiendas y restaurantes una máquina con cargadores para que por un euro y en veinte minutos puedas volver a conectarte al mundo durante 12 horas. Un invento español presentado hoy a la prensa. Yo ya llevo un cargador del nokia en el coche, he visto alguno a pilas que era poco efectivo. Alegría universal ya tenemos estaciones de servicio de la tecnología punta. Pronto unas cuantas de clínicas en España aunque a precios más razonables.
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