Dos modelos de ciudad . Arraijanal o la playa de Guadalmar

El Alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, hace negocios con la ciudad. El PGOU ha sido una continua suma de convenios urbanísticos en contra del futuro de la ciudad y sin atender el interés general de los malagueños.

El convenio de Arraijanal, el que pretende urbanizar la playa de Guadalmar, por 28 millones de euros pretendía vender el único espacio libre costero que existe en la ciudad de Málaga. Sólo unos pocos se hubiesen beneficiado de esta operación urbanística y habría desaparecido la única playa virgen de nuestra ciudad. La Junta de Andalucía ha puesto sobre la mesa un plan ambicioso un gran parque metropolitano, una zona marítima y terrestre con zonas verdes, equipamientos deportivos que contribuirán a mejorar todo el entorno y a mejorar nuestra oferta turística dentro del área metropolitana. Rápidamente el PP se está oponiendo tratando de cobrar esos 28 millones por los que vende la costa de Málaga.

El convenio de la Térmica esconde detrás de los 58 millones de euros las intenciones de establecer una central de ciclo combinado junto a la depuradora del Guadalhorce. Un engaño más el del Alcalde del PP que dice una cosa mientras hace la contraria. En estos días el PP se afanaba en explicarles a los ciudadano de Churriana y Carretera de Cádiz que ellos no quieren esa central pero sin embargo votaban en contra de una moción del PSOE para impedir que esa central se construya. ¿Qué le van a decir a las miles de familias que viven en el entorno del Martín Carpena cuando gracias al PP se despierten a diario viendo una chimenea de 60 metros de altura?

El convenio de Repsol por 83 millones de euros se hace por la venta del Ayuntamiento de un suelo que en el PGOU de 1997 aparece como una gran zona verde. Era asumido por la ciudad que los dos distritos más poblados Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero (en ellos viven 1 de cada 3 malagueños) necesita espacios libres, zonas verdes y equipamientos ya que es una de las zonas más densamente pobladas de Europa. El PP ha cambiado el PGOU para que allí puedan construirse miles de viviendas. El precio de la calidad de vida de los malagueños tiene precio y el Alcalde lo negocia. Málaga no se vende.

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