Han pasado demasiados días sin teclear en el blog. A veces se hace difícil sacar tiempo hasta para contar impresiones personales sobre lo que ocurre a mi alrededor. Unos días en Bélgica con motivo de conocer el Parlamento europeo me han llevado a Bruselas, Brujas y Amberes a un ritmo vertiginoso. Tan acelerado como los hechos que han conducido a José Antonuio Griñán a ser el nuevo presidente de la Junta de Andalucía. Los andaluces hemos podido seguir en tiempo real el nombramiento de Chaves como ministro del Gobierno de España tras 19 años de gobierno en Andalucía. Para nada me considero conservador, en casi ningún aspecto de mi vida, me gusta innovar y sentirme renovado, comenzar nuevas etapas que me ilusionan. El temor, el miedo, la incertidumbre son percepciones que la sociedad de la información y las comunicaciones magnifican y los ciudadanos debemos sacar tiempo para disfrutar del tiempo y de las personas con las que compartimos el espacio. Veo un grupo de chicos sentados en un banco gozando del sol de Málaga y sonrio sintiendo envidia sana. En dos minutos vuelvo a entrar en una nueva reunión y en una jornada que será larga. Griñán es bueno para Andalucía y me vuelco con su proyecto.
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