Las Juventudes Socialistas de Andalucía han celebrado hace unos días su congreso para renovar los órganos de dirección. Después de unos años fuera de la misma observo atentamente el devenir de una organización centenaria. La organización política de los jóvenes socialistas que dedican parte de su tiempo en fijar esperanzas e ilusiones en nuestras políticas, en canalizar iniciativas, propuestas, ideas, soluciones a las demandas de los ciudadanos y que forman parte del propio presente y futuro del socialismo andaluz.
Siento puro orgullo de haber pertenecido a las Juventudes Socialistas, de haber estado durante años trabajando junto a un numeroso grupo de compañeros, amigos, que dedicaron tantos esfuerzos en hacer posible la pervivencia de nuestra ideología. No eran tiempos favorables para hacer campaña para el PSOE, pero jamás la desgana, el desánimo en su labor pese a las continuas trabas que nos encontrábamos. Recuerdo el día a día en la universidad, en la sede, en las visitas a las agrupaciones locales, en las escuelas de formación, en las campañas, en Torrox, Bruselas, Almería, Ronda, Humilladero, Sevilla, Teba, Marbella, Antequera, Coín o Arriate... No se cumplieron todos nuestros objetivos, conscientemente inalcanzables. Me quedo con la militancia de unas Juventudes que sin nada llenaban a diario páginas del socialismo más utópico y sincero.
La formación política y de vida que se adquiere en las Juventudes Socialistas resulta tan imborrable que aunque pasen los años, jamás dejaremos de ser miembros activos. A los nuevos no les hace falta que les explique nada, ya lo hacen, ya lo harán, es algo innato. Un sentimiento puro de rebeldía ante la injusticia y un hacer continuo solidario y libre.
A mis amigos de siempre, y como siempre, gracias por aquellos buenos ratos,. A los jóvenes que llegarán difrutad de los mejores días de vuestra militancia socialista que van a pasar sin ser conscientes de ello.
Siento puro orgullo de haber pertenecido a las Juventudes Socialistas, de haber estado durante años trabajando junto a un numeroso grupo de compañeros, amigos, que dedicaron tantos esfuerzos en hacer posible la pervivencia de nuestra ideología. No eran tiempos favorables para hacer campaña para el PSOE, pero jamás la desgana, el desánimo en su labor pese a las continuas trabas que nos encontrábamos. Recuerdo el día a día en la universidad, en la sede, en las visitas a las agrupaciones locales, en las escuelas de formación, en las campañas, en Torrox, Bruselas, Almería, Ronda, Humilladero, Sevilla, Teba, Marbella, Antequera, Coín o Arriate... No se cumplieron todos nuestros objetivos, conscientemente inalcanzables. Me quedo con la militancia de unas Juventudes que sin nada llenaban a diario páginas del socialismo más utópico y sincero.
La formación política y de vida que se adquiere en las Juventudes Socialistas resulta tan imborrable que aunque pasen los años, jamás dejaremos de ser miembros activos. A los nuevos no les hace falta que les explique nada, ya lo hacen, ya lo harán, es algo innato. Un sentimiento puro de rebeldía ante la injusticia y un hacer continuo solidario y libre.
A mis amigos de siempre, y como siempre, gracias por aquellos buenos ratos,. A los jóvenes que llegarán difrutad de los mejores días de vuestra militancia socialista que van a pasar sin ser conscientes de ello.
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