La política económica del PP en el Ayuntamiento de Málaga puede definirse como desastrosa. A años de grandes ingresos a las arcas municipales el PP respondió con el despilfarro. A la política de empleo y calidad en los servicios el PP le aplicó la venda del enchufismo.
La gran cantidad de puestos de confianza y de alta dirección en el Ayuntamiento de Málaga han sido junto a la política de propaganda una sangría constante de los dineros que deberían haberse invertido en las oportunidades para el futuro de la ciudad y de los malagueños.
Estamos pagando la mala práctica de la política del falso embellecimiento de la ciudad, del que no acomete los problemas estructurales sino los superficiales, del que barre la casa y se deja la basura bajo la alfombra. Esto pinta mal y huele peor. El estado financiero del Ayuntamiento de Málaga llega a una deuda de 720 millones de euros (más de 120 mil millones de las antiguas pesetas). Los impuestos y tasas municipales están al máximo por lo que difícilmente van a poder seguir atacando el bolsillo de los malagueños. Han estado maquillando cifras, aumentando descaradamente un presupuesto municipal buscando el titular mediático pero las mentiras no han podido continuarlas más. La situación de ruina que han provocado está ahogando a la ciudad. Este año ya han empezado por disminuir las inversiones en las barriadas, a no pagar los servicios básicos prestados en horas extraordinarias, por acabar con las fiestas de las barriadas, por traer a artistas muy discutibles a la Feria del Sur de Europa... eso sí, los más de mil millones de pesetas anuales de protocolo, la mala propaganda vacía de contenido y los sueldazos de algunos de los cargos del PP son intocables. Como siempre las medidas que se adoptan por el PP son el chocolate del loro. Como si Málaga fuese uno de los esperpentos de los guionistas de Cámera Café...
La gran cantidad de puestos de confianza y de alta dirección en el Ayuntamiento de Málaga han sido junto a la política de propaganda una sangría constante de los dineros que deberían haberse invertido en las oportunidades para el futuro de la ciudad y de los malagueños.
Estamos pagando la mala práctica de la política del falso embellecimiento de la ciudad, del que no acomete los problemas estructurales sino los superficiales, del que barre la casa y se deja la basura bajo la alfombra. Esto pinta mal y huele peor. El estado financiero del Ayuntamiento de Málaga llega a una deuda de 720 millones de euros (más de 120 mil millones de las antiguas pesetas). Los impuestos y tasas municipales están al máximo por lo que difícilmente van a poder seguir atacando el bolsillo de los malagueños. Han estado maquillando cifras, aumentando descaradamente un presupuesto municipal buscando el titular mediático pero las mentiras no han podido continuarlas más. La situación de ruina que han provocado está ahogando a la ciudad. Este año ya han empezado por disminuir las inversiones en las barriadas, a no pagar los servicios básicos prestados en horas extraordinarias, por acabar con las fiestas de las barriadas, por traer a artistas muy discutibles a la Feria del Sur de Europa... eso sí, los más de mil millones de pesetas anuales de protocolo, la mala propaganda vacía de contenido y los sueldazos de algunos de los cargos del PP son intocables. Como siempre las medidas que se adoptan por el PP son el chocolate del loro. Como si Málaga fuese uno de los esperpentos de los guionistas de Cámera Café...
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