Mañana se aprobará provisionalmente el PGOU de Málaga. Lo sacará adelante en solitario el PP ya que éste es un empeño personal de Francisco de la Torre, del alcalde de Málaga.
Es un Plan General que agota todos los suelos diponibles de la ciudad, desde ahora y hasta la eternidad, quedando sólo en un futuro el mar y las zonas montañosas donde como resulta lógico no se puede edificar.
Los malagueños del futuro tendrán que convivir en una ciudad diseñada entre 2002 y 2008, en una ciudad que fue diseñada a golpe de talonario y a golpe de operaciones urbanísticas poco claras. Así el futuro económico y social de nuestra ciudad ha pasado por los despachos del Alcalde, personalizado en unas cuantas de caras amigas que sólo han pensado en ellos, sin tener en cuenta que sus pactos económicos de ayer afectarán a millones de malagueños del mañana y que no han sido tomados en consideración.
Son muchas las cosas que se podrían analizar como la calidad de vida resultante de lo que se incluye en este plan, las zonas verdes o equipamientos que se prevén o si se ha tenido en cuenta las necesidades de infraestructuras, el consumo de agua o el excesivo consumo de suelo...
Pero a mi juicio, lo verdaderamente grave y sin vuelta de hoja, es que el futuro de una gran ciudad como Málaga haya sido vendida para la eternidad por cuatro euros, dado que Francisco de la Torre ha llevado a la ruina al Ayuntamiento de Málaga y ahora quiere acabar con el futuro de sus ciudadanos.
Es un Plan General que agota todos los suelos diponibles de la ciudad, desde ahora y hasta la eternidad, quedando sólo en un futuro el mar y las zonas montañosas donde como resulta lógico no se puede edificar.
Los malagueños del futuro tendrán que convivir en una ciudad diseñada entre 2002 y 2008, en una ciudad que fue diseñada a golpe de talonario y a golpe de operaciones urbanísticas poco claras. Así el futuro económico y social de nuestra ciudad ha pasado por los despachos del Alcalde, personalizado en unas cuantas de caras amigas que sólo han pensado en ellos, sin tener en cuenta que sus pactos económicos de ayer afectarán a millones de malagueños del mañana y que no han sido tomados en consideración.
Son muchas las cosas que se podrían analizar como la calidad de vida resultante de lo que se incluye en este plan, las zonas verdes o equipamientos que se prevén o si se ha tenido en cuenta las necesidades de infraestructuras, el consumo de agua o el excesivo consumo de suelo...
Pero a mi juicio, lo verdaderamente grave y sin vuelta de hoja, es que el futuro de una gran ciudad como Málaga haya sido vendida para la eternidad por cuatro euros, dado que Francisco de la Torre ha llevado a la ruina al Ayuntamiento de Málaga y ahora quiere acabar con el futuro de sus ciudadanos.
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