El eterno luto

Conozco a muchos periodistas pero soy un gran desconocedor de la profesión. Nunca había sido tan consciente de ello hasta que pude seguir en directo una catástrofe como la sucedida el 20 de agosto en el aeropuerto de Barajas. Sobran las palabras y solo queda el apoyo humano a los familiares de los fallecidos. Un accidente aéreo que ha día de hoy se salda con 154 muertos y miles de víctimas. Porque detrás de cada fría estadística, detrás de cada número hay un insoportable dolor y una historia de vidas truncadas.
http://www.elpais.com/articulo/espana/ultimo/vuelo/Sunbreeze/elpepuesp/20080824elpepinac_1/Tes
Nos hemos acostumbrado al dolor humano que se ocultan tras las cifras y las lejanas tragedias. Los informativos en horario de comida-cena y los tempraneros periódicos de los desayunos nos acercan a la realidad de las esquelas diarias. Nos sirven un granel de bombas que riegan de sangre calles, y mercados de países lejanos. Georgia centra hoy el objetivo de los medios, el Montblanc se traga a casi una veintena de montañeros, un nuevo accidente aérero en una zona impronunciable que deja a otro centenar de muertos... pero mañana serán otros los que en carretera, en un accidente laboral o por un crimen machista ocupen desgraciadamente ese titular del dolor y de la conciencia.
Nunca habrá nada más duro para un corazón que ponerle rostro cercano a esa muerte y a las víctimas que consigo inevitablemente arrastra.

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