Suiza es un pequeño país situado en el centro de Europa. Un país con sus peculiaridades paisajísticas, con sus grandes lagos, con la cadena montañosa de los Alpes que ocupa gran parte de este pequeño país. Muchas son sus señas de identidad que van desde el paraiso financiero con grandes bancos, sede de organismos internacionales como la Cruz Roja, el país de chocolate y relojes y ahora reforzada con un campeón de tennis como es Federer. En este pequeño lugar del mundo la riqueza lingüística centroeuropea se convierta más que en una realidad en un milagro. Una zona francófona, una zona de influencia alemana y hasta italiano, unido al chapurreo en español de más de cien mil emigrados españoles que permanecen en las ciudades suizas.
En poco más de una semana y buscando huir de los calores del invierno malagueño decidimos cruzar el país suizo visitando tres ciudades en una semana. Ginebra (Geneve), Berna (Bern) y Zurich, en su impresionante red de transporte ferroviario.
La experiencia fue un gozo para los sentidos, os dejo sólo algunas pinceladas pero si podéis disfrutad de ese país.
La pena de aquella semana es que sólo nos nevó en nuestra estancia en Berna pero imaginaos la belleza de la nieve en una ciudad patrimonio de la humanidad con un casco histórico medieval. Eso si tuvimos que hacer una escapada en tren a un pueblecito de los Alpes, cita obligada con la nieve en las navidades más secas que se recuerdan en ese país. Pasamos la entrada al nuevo año 2007 en las distintas carpas instaladas por el casco antiguo de la ciudad de Ginebra cada una con diferentes estilos musicales y bajo una lluvia intensa pero las vistas inmejorables (las murallas de la ciudad, las puertas monumentales y hasta la Catedral sirvieron de escenario a grupos en vivo, a dj´s y a música latina enlatada. De Zurich recuerdo especialmente la visita que hicimos por las calles comerciales de la ciudad, relojerías y chocolaterías con precios desorbitantes, pero sin duda el mejor regalo fueron los lagos de la ciudades, tan impresionante el Zurich como el Lago Leman en Ginebra, aguas de un azul intenso y brillante en las que se reflejaban las impresionantes montañas y los bosques cargados de nieve de los alrededores y el viento frío que te dificultaba la respiración, inmejorable.
En cuanto a los precios la verdad que bastante asequibles, un vuelo barato a través de internet aunque los aviones eran de la Swissair entre Málaga y Zurich, hoteles confortables y céntricos cercanos a las estaciones de tren para no tener que cargar demasiado con las maletas. Quizás lo más caro resultó el abono de una semana para el transporte público unos 100 € pero te incluían todo tipo de transporte desde el barquito por ls lagos, los trenes a los Alpes, los de alta velocidad que conectaban las ciudades, metro, tranvía y bus.
Derribando algunos tópicos ya que no todo iba a ser de maravilla: no son tan limpios y cuidadosos con sus ciudades como nos hacen creer, la verdad que había bastante suciedad en las calles (como en España). La gente es bastante seca muy parecida a los alemanes pero eso como en todos lados, también te encontrabas gente muy amable, había muchos latinoamericanos, turcos y orientales que venían a ser un complemento esencial a los suizos en aras del cosmopolitismo y la convivencia cultural. Por cierto, es una pena lo del partido ultraconservador o xenófobo que parace que tiene tanto auge ahora entre los suizos en base a sus campañas contras los inmigrantes. Como decía un gran torero español hay gente pa tó.
Derribando algunos tópicos ya que no todo iba a ser de maravilla: no son tan limpios y cuidadosos con sus ciudades como nos hacen creer, la verdad que había bastante suciedad en las calles (como en España). La gente es bastante seca muy parecida a los alemanes pero eso como en todos lados, también te encontrabas gente muy amable, había muchos latinoamericanos, turcos y orientales que venían a ser un complemento esencial a los suizos en aras del cosmopolitismo y la convivencia cultural. Por cierto, es una pena lo del partido ultraconservador o xenófobo que parace que tiene tanto auge ahora entre los suizos en base a sus campañas contras los inmigrantes. Como decía un gran torero español hay gente pa tó.
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