Manifiesto del 14 de abril en Málaga

Hace 82 años, el 14 de Abril de 1.931, se proclamó la 2ª República Española, en un programa de Progreso, Democracia y Libertad.
Durante los pocos años de vida de la república, hasta que un golpe de estado, tres años de guerra y una dictadura de cuatro décadas arrasara con sus logros y esperanzas, el estado republicano consiguió mejorar las relaciones laborales, incrementando los salarios de los trabajadores en los dos primeros años y mejorando sus condiciones de trabajo, estableció el derecho a voto para la mujer y sobre todo invirtió todo su empeño en conseguir una enseñanza, publica, laica y al alcance de todos con un plan educativo que le llevó a construir miles de escuelas en todo España, a dar formación eficiente a los maestros y a aplicar nuevas técnicas educativas y pedagógicas, que aun hoy día se consideran avanzadas. Su lema “el saber os hará libres” era una muestra de la voluntad de convertir España en una república de ciudadanos libres y capaces de decidir su destino por si mismos.
Estos avances y mejoras no fueron sino el resultado de la voluntad democrática, mayoritaria y soberana de un pueblo que tenía un objetivo claro.


La segunda república fue una esperanza que se ahogó bajo la sangre derramada por la espada fascista. A la muerte física, los verdugos agregaron la segunda muerte del olvido y el anonimato.
Bajo el cementerio, bajo el patio, bajo la cuneta, hay una gran raíz que recorre el subsuelo de la tierra, el del océano y que esta conectada con todas esas fosas, con todos esos hombres y mujeres que murieron por trabajar por un mundo en el que todo fuera mas justo.
Por todo lo que perdió este país, por todas las vidas que se rompieron, porque nuestros padres, tíos, abuelos estaban construyendo uno de los momentos más hermosos de la historia de la humanidad, de nuevo en abril, como hace 82 años, seguimos reclamando los mismos principios, pero también queremos que curen con verdad, justicia y reparación las heridas que taparon con la idea de que no cicatrizaran nunca, y que quienes las provocaron no vuelvan a tener el poder para causarlas de nuevo.

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